"Las posibilidades son múltiples; algunas elecciones son sencillas, otras sensatas, unas temerarias... y algunas peligrosas. Eres tú quien debe tomar las decisiones. Puedes leer este libro muchas veces y obtener resultados diferentes. Recuerda que tú decides la aventura, que tú eres la aventura. Si tomas una decisión imprudente, vuelve al principio y empieza de nuevo".
Caminito de Jerez, cómo vender una leyenda urbana
En el diario El Mundo, el 13 de septiembre de 2007 en su sección "Nos cuentan que..." se decía lo siguiente:
"el tribunal ha establecido un sistema de absoluto hermetismo sobre sus deliberaciones. Los jueces se han blindado del mundo de la Justicia, de los medios de comunicación y de sus propios entornos personales y familiares. Nada ha trascendido de las deliberaciones"
El 1º de noviembre de 2007, al día siguiente de leerse la sentencia, El Mundo volverá a opinar sobre el tibunal y Gómez Bermúdez:
"que de forma muy meritoria consiguió evitar cualquier filtración previa".Vamos a ver cómo en diez días, del 1º de noviembre al 11 de noviembre, El Mundo pasará del "absoluto hermetismo... blindado del mundo... nada ha trascendido" a "el camarote de los hermanos Marx". Entre ambas opiniones contradictorias media la declaración en COPE de Federico Jiménez Losantos, el 6 de noviembre de 2007, atribuyéndose una reunión con Bermúdez en la que, según él, el juez le habría dicho lo del caminito de Jerez. También la evolución hasta hoy, con la última novela conspirativa, sobre cómo Gómez Bermúdez le dijo a "un magistrado", que le dijo a "una tercera persona", que a su vez le dijo a "el director de El Mundo", se convierte en "dos miembros del tribunal" que le dijeron a "dirigentes del PP" y a su vez en que "el juez Bermúdez le había dicho a un relevante cargo público" pasando por "un magistrado ante una asociación de víctimas", "un grupo de estudiantes de derecho, delante de algunas víctimas", "el periodista Federico Jiménez Losantos... encuentro que él y otros periodistas mantuvieron con el juez Javier Gómez Bermúdez", "un grupo de periodistas", encuentro en el que había "cuatro o cinco personas", "entre los que también se encontraba el director de Informativos de la Cope, Ignacio Villa".
El único cambio real, aparte del "crea tu propia aventura", es una sentencia que condena a los terroristas, lo que al parecer vende mucho menos.
Comentario por Rasmo
La presunta revelación de Casimiro García Abadillo sobre el “plan B” (con B de Bermúdez…) se presenta así en el artículo de El Mundo que extracta el prólogo del vicedirector del diario al libro del perito Iglesias:
«Una semana antes de que se comunicara públicamente la sentencia, Gómez Bermúdez le transmitió confidencialmente a un magistrado tres conclusiones de la misma: 1. No se establecería la autoría intelectual del atentado, en contra de lo que sostenía la Fiscalía. 2. Habría deducciones de testimonio para algunos mandos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. 3. El minero Suárez Trashorras no sería condenado como responsable de los atentados, sino sólo por tráfico de explosivos».
«Esta información […] se la hizo llegar al director de EL MUNDO una tercera persona, que nos pidió mantenerla en secreto hasta el día 31 de octubre. Así lo hicimos. Posteriormente yo mismo he tenido la ocasión de comprobar con la fuente que, en efecto, ésa era la intención del ponente a tan sólo una semana de hacer pública la sentencia».
Según este relato, tenemos que el propio Bermúdez habla con un magistrado, el cual habla con “una tercera persona”, la cual habla con el director de El Mundo, el cual se lo comunica a CGA para que éste lo “revele” en el mentado prólogo.
Origen del bulo
Examinando la hemeroteca de El Mundo, cabe destacar sendas cartas de su director publicadas los días 11 de noviembre de 2007 y 25 de noviembre del mismo año, que hacen referencia al mismo asunto, a menos que demos por sentado que el presidente del tribunal sentenciador era una especie de cotorra. Es notable cómo cambian los detalles (hecho que a estos periodistas no se les escapa cuando hay que denigrar la labor ajena).
Concretamente, en su carta de 11.11.07, desvelaba Pedro J. Ramírez:
"La verosimilitud de los recados recibidos durante las semanas anteriores al Día D se basaba tanto en su procedencia como en su concreción. Desde el mismísimo entorno de la amistad o relación más íntima con dos de los miembros del Tribunal los dirigentes populares habían recibido cuatro confidencias: que Trashorras sólo iba a ser condenado por tráfico de explosivos, que la instrucción del juez Del Olmo sería duramente vapuleada en la sentencia, que habría deducciones de testimonios contra algunos policías, en línea con la alusión al «caminito de Jerez» -enclave del penal del Puerto de Santa María-, supuestamente esbozada por un magistrado ante una asociación de víctimas y que además..."
Parece que son las mismas confindencias de las que habla CGA (cabe suponer fácilmente, sumado a lo que se verá enseguida, que la cuarta sería la relativa a los “autores intelectuales”). Pero aquí tenemos que el origen eran entonces “dos” miembros del tribunal y los destinatarios serían dirigentes del PP, que, a su vez serían las terceras personas que habrían trasladado la información a Ramírez.
Dos semanas después la historia ya había cambiado. En su carta de 25.11.07 dice Ramírez:
"en este periódico sabíamos desde el 11 de octubre que el juez Bermúdez le había dicho a un relevante cargo público -uno de los múltiples y variados visitantes de su camarote de los hermanos Marx- que si él fuera el director de EL MUNDO al día siguiente de la sentencia titularía en portada: «Absueltos los cerebros del 11-M». Nunca se ha visto mejor profecía autocumplida".
He aquí la confidencia relativa a la autoría intelectual. Ahora el origen es el propio Bermúdez, no “dos” miembros del tribunal, y el destinatario es “un relevante cargo público” (uno solo, no en plural, a diferencia de la carta anterior).
Si son episodios de filtraciones distintas, no hay nada que decir, pero me parecería extraño que fuera así y más bien sospecho (admito que es subjetivo) que se trata de lo mismo, contado de diversas maneras. Lo curioso es que, un año y medio más tarde, CGA lo convierta en esa sensacional “revelación” del prólogo según la cual Bermúdez cambió la sentencia una semana antes de dictarla. Teniendo un mínimo de experiencia en la materia, me parece un caso típico de historieta que adquiere nuevos y más hiperbólicos (esto es, “vendibles”) rasgos en que, con el paso del tiempo, ya no se sabe bien quién dijo exactamente qué a exactamente quién.
Sea como fuere, no me resisto a concluir esta pequeña reseña de arqueología bibliotecaria sin destacar cómo (una vez más), el ansia de El Mundo por denostar a quienes les llevan la contraria les conduce en ocasiones a quedar ellos mismos como embusteros. Recuérdese que acabo de señalar al menos tres fuentes documentales (el prólogo de CGA y las dos cartas de PJ) que señalan las filtraciones del tribunal (concretamente, del propio Bermúdez en dos de ellas). En la carta de 25.11.07 se reconoce explícitamente el conocimiento previo de esas filtraciones: “en este periódico sabíamos desde el 11 de octubre que el juez Bermúdez le había dicho a…”.
Pues bien, el editorial de El Mundo inmediatamente posterior a la sentencia redactada por Gómez Bermúdez, decía lo siguiente:
"este proceso, cuyo veredicto fue leído ayer por el magistrado Gómez Bermúdez, que de forma muy meritoria consiguió evitar cualquier filtración previa".
Pero no termina aquí la hiperficción explorativa. Ya saben: crea tu propia aventura. Veamos cómo el hecho de que Gómez Bermúdez, supuestamente, le dijera algo a "un magistrado", que a su vez le dijo a "una tercera persona", que a su vez se lo dijo a "el director de El Mundo", se conviertirá días después en "dos miembros del tribunal" que le dijeron a "dirigentes del PP" y a su vez en que "el juez Bermúdez le había dicho a un relevante cargo público" pasando por "un magistrado ante una asociación de víctimas", que mutará en "un grupo de estudiantes de derecho, delante de algunas víctimas" y volverá a metamorfosearse en "el periodista Federico Jiménez Losantos... encuentro que él y otros periodistas mantuvieron con el juez Javier Gómez Bermúdez", encuentro en el que había «cuatro o cinco personas», un grupo de periodistas "entre los que también se encontraba el director de Informativos de la Cope, Ignacio Villa".
Comentario por Morenohijazo
Coincidiendo con el quinto aniversario de la masacre del 11 de Marzo de 2004, Ángeles Domínguez, la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, (asociación minoritaria directamente subvencionada por la Comunidad de Madrid) publicó una carta abierta al juez Gómez Bermúdez en la que pudimos leer:
"No voy a entrar en detalles personales ni en conversaciones privadas con las víctimas en aquellos días pero ¿recuerda el día en el que usted prometió a un grupo de estudiantes de derecho, delante de algunas víctimas, que unos cuantos testigos irían “Caminito de Jerez”?"
Lo cierto es que el origen de la reseña sobre dicha supuesta conversación está, ¡cómo no! en la COPE, en el programa de Federico Jiménez Losantos del día 6 de Noviembre de 2007. Vamos a ver lo que al día siguiente, 7 de noviembre de 2007, contaba el diario “El Mundo” (cuyo director fue testigo directo del relato de Jiménez Losantos) sobre el caso.
"El periodista Federico Jiménez Losantos, director del programa La Mañana de la cadena Cope, desveló ayer en antena parte del contenido del encuentro que él y otros periodistas mantuvieron con el juez Javier Gómez Bermúdez cuando se estaba celebrando la vista oral del juicio del 11-M, que el magistrado presidía...
…En el encuentro había «cuatro o cinco personas» y, según Jiménez Losantos, el magistrado les «dio a entender con absoluta claridad que iba a deducir testimonio». «Se lo dijo a las víctimas» y «la frase textual que empleó fue que 'se irán caminito de Jerez'», refiriéndose así al «penal de El Puerto de Santa María»…
…Gómez Bermúdez explicó al grupo de periodistas, entre los que también se encontraba el director de Informativos de la Cope, Ignacio Villa, que las deducciones de testimonio se producirían en la sentencia, lo que el magistrado definió como «el momento procesal oportuno», siempre según la versión de Losantos".
No sólo los estudiantes se han convertido misteriosamente en talluditos periodistas hechos y derechos; es que no nos salen las cuentas: si había “cuatro o cinco personas”, dos de ellas eran periodistas de la cadena COPE, y había “víctimas” en plural… ¿quién más estaba? ¿Cómo puede ser un juez tan imprudente y poco respetuoso con la libertad de información como para convocar a periodistas sólo de una cadena, además una de las que hace amarillismo más extremista en éste tema?
La respuesta, desde luego, salta a la vista: no hubo tal conversación. Federico sólo citaba como testigo a un periodista y compañero que por otra parte tenía pendiente de un hilo su trabajo si le contradecía (en estos momentos, pese a la marcha de Losantos, tampoco le dejará en evidencia aunque ya no le siga el juego de vender sus libros). Ni han aparecido, ni aparecerán, estudiantes de Derecho creíbles, periodistas formados de pijama y orinal honestos, o cualquier testigo real de tan insólita entrevista… que en esos términos nunca existió.
Ahora, para colmo, Casimiro García Abadillo "desvela" en su última novela que "alguien" le dijo no sé qué, y que no sólo la PN y la GC son como mínimo encubridores o cómplices de los mayores asesinos de España, es que además el juez prevaricó. ¿Pruebas? Ni una, porque lo importante es "elige tu propia aventura", y si no te gusta tenemos más. Que siga el negocio.
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