NOTA:
.-"A tumba abierta" se llamó un experimento para destapar fraudes parapsicológicos con un falso gurú: "el Vidente de la Pampa". El nombre fue tomado de la película homónima de Danni Boyle.
.-Web de terror, ciencia ficción y fantasía.
.-"Lavandera, a tumba abierta" es un artículo de Luis del Pino, presentando el libro de Fernando Múgica de igual título.
Hay que ir haciendo un poco de memoria... Lo puedes hacer tú solo, sin ayuda de nadie. Como no quiero ponerme pesado con datos y fechas, tan solo recordar cómo era el panorama mediático en vísperas del juicio a los asesinos de las 3 niñas de Alcàsser.
Nunca -creo- en toda mi vida, he asistido a un espectáculo más bochornoso que el que generó la sociedad española aquellos días impulsada por los tremendos intereses económicos. Las televisiones descubrían el poder del morbo, no solo las privadas; la Televisión Valenciana -Canal Nou- emitía un especial diario sobre la orgía de sangre; sus protagonistas: Fernando García y Juan Ignacio Blanco, el "padre de España" y "el investigador honrado". Juntos combatían un invento que les haría millonarios :
LA "VERSIÓN OFICIAL" DE LA MATANZA DE ALCÀSSER.
Sobre estos dos y su situación actual consulta la 1ª entrega de esta serie, "Garganta Profunda: Las niñas de Alcàsser-1".
Cada noche volaban a Madrid para su cotidiano baño de porquería, en un programa que era líder indiscutible en su franja horaria: el Mississippi de Tele 5 que conducía Pepe Navarro.
La lucha en las privadas era cosa de dos: Antena-3TV y Tele-5, pero el gato se lo llevaba esta última desprendiéndose de cualquier consideración moral y del mínimo rigor periodístico. Pedro J. Ramírez era entonces amigo y aliado del director de Antena-3TV, y el movimiento social tenía como principal "enemigo" al diario El Mundo:
en aquel entonces (1997) Pedro J., director de El Mundo, mantenía muy buenas relaciones con el entonces presidente de Telefónica , compañia propietaria de la cadena Antena 3 TV que se dejaba parte importante de su presupuesto publicitario en las páginas de El Mundo en detrimento de El País... y, como todo el mundo sabe, Antena 3 TV y Tele 5 se disputaban a cara de perro la franja horaria en la que era líder absoluto el programa de Pepe Navarro... más aún durante el tiempo que duró el juicio de Alcàsser...
El Mundo y Antena-3, siguieron su línea de "la versión oficial", pero ante el inmenso pastel desarrollaron una estrategia aparentemente menos repugnante... Que terminó con la emisión en directo desde Alcàsser de un especial segundo a segundo con todos los detalles más escabrosos del descubrimiento de los cuerpos. Nieves Herrero nunca se recuperó de aquello... Y Pepe Navarro, en la competencia, tampoco...
Los héroes del pueblo expresaban así sus intenciones:
Nuestro objetivo es mostrar y contrarrestar el "evidente oficialismo" de los cronistas de El Mundo que cubrieron el juicio a Ricart (El Mundo, como años atrás El País, cumplen la misma función: ser los BOE-bis del Gobierno de turno). Estas reflexiones constituyen nuestro particular "weblog"... a los cronistas del juicio "se les ve el plumero" de su actitud favorable a la versión oficial... del "dogma de fe Ricartiano"... una fe que el Estado y la mayoría de medios apesebrados confesan y quisieran que todo el mundo practicara como si se tratara de "la fe del carbonero"... y por tanto su actitud hostil a cualquier "desviación" al dogma...
La persona que escribió las citas anteriores, es hoy un miembro de los Peones Negros de Luis del Pino.
Mañana te cuento más. Ahora mejor leemos la continuación de la Carta:
CARTA DE GARGANTA PROFUNDA-2ªParte.
.-"Fue a principios de Mayo de 1997, en los prolegómenos del juicio oral a Miguel Ricart en la Audiencia de Valencia, cuando empecé a tomar conciencia gracias al titánico esfuerzo desplegado por D.Fernando García y su compañero de lucha D.Juan Ignacio Blanco. Debo decir que no fue fácil tomar conciencia. Supuso violentarme a mi mismo y a mis propias creencias como servidor del Estado. Por mi trabajo sabía perfectamente que lo que denunciaban Fernando y Juan era algo extremadamente delicado para la credibilidad de la Justicia y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Y también sabía que más pronto que tarde mis superiores ajustarían cuentas con Fernando y Juan por aquel atrevimiento, como ahora empieza a sustanciarse en los Tribunales. Pero no directamente -mis superiores nunca dan la cara- sino indirectamente: utilizaba los servicios de medios y periodistas apesebrados. Pero en lo esencial, Fernando y Juan decían verdad, no estaban equivocados. El interés por la verdad creó una corriente de generosidad y solidaridad que, sin conocerles personalmente, me animó a hacer -desde el anonimato- algo que sabía perfectamente me estaba totalmente prohibido.
Desde entonces mantuve una secreta relación con Fernando y con Juan para comunicarles mis averiguaciones, reflexiones e informales sobre algunas claves del caso. Consideré entonces y ahora -por su seguridad y la mía- que el anonimato era necesario e igualmente no era conveniente informar a más personas. Si ustedes no han sido informados antes de estos mensajes y en conciencia alguno de ustedes cree que debería haber sido informado, eso se debe a mi única e intransferible responsabilidad, responsabilidad justificada en la necesidad de salvaguardar mi propia vida y en segundo lugar para no entorpecer mis propias investigaciones. Para llegar a la verdad no es bueno el apresuramiento: muchas puertas se pueden cerrar antes de tiempo. Con ese criterio he actuado. Y ahora salgo a la luz porque me duele el proceso inquisitorial al que se va a someter a Fernando y Juan por el hecho de hablar claro y decir verdad. Saliendo a la luz y haciendo que más personas conozcan las claves ocultas del caso Alcàsser creo que les protejo de sufrir agresiones. Y no sólo judiciales. He meditado mucho dar este paso y he llegado a la conclusión que sólo mediante una mayor extensión de estas claves se les puede proteger mejor. Ellos, Fernando y Juan me han protegido hasta ahora no revelando el origen de algunas informaciones. Ahora más gente conocerá esas claves. La historia dirá si podía haberlo hecho mejor.
Pero ha llegado el momento crítico. Yo no soy un superhombre. Creo llegado al límite de mis fuerzas. Y aunque no voy a dejar la investigación, ahora necesito ayuda -incluida la Justicia competente, que fue la primera engañada empezando por el primer juez instructor del caso al que mis superiores tomaron el pelo desde el principio- que lleven a término mis investigaciones y desvelos en el caso Alcàsser. En mi función hay cosas de las que me enorgullezco, particularmente de aquellas que sirvieron para salvar vidas. Pero también hay cosas que hice de las que me entristezco porque sé perfectamente para qué personajes amorales sirvieron o qué intereses espurios alimentaron. Cosas que se irán a la tumba conmigo. Cosas de las que podría hablar, pero prefiero callar. Sólo en el caso Alcàsser me he permitido quebrantar algunos derechos que me son vedados por mi función. De esta acción que ahora emprendo tan sólo me preocupa una cosa: que el documento que sigue -fruto de una conversación clave con una fuente que a estas horas se debate entre la vida y la muerte- cause alguna conmoción en alguno de los padres. Yo no sé cómo aliviar ese dolor. Conocer la verdad siempre duele porque remueve recuerdos y heridas que creíamos cicatrizadas. Pero en la verdad siempre hay esperanza. Que los padres y los hombres de bien de la Justicia retomen de nuevo el caso Alcàsser, para cerrarlo, ahora sí, con la verdad por delante. Si hay voluntad no hay ley o sentencia en firme que lo impida, porque las leyes las hacen los hombres y las sentencias siempre se pueden revisar.
En el documento que sigue he tachado intencionadamente algunos aspectos y situaciones para protegerme a mí mismo y a mis fuentes. También para evitar posibles fugas de información o desviaciones colaterales que eviten la subsiguiente investigación judicial, periodística o parlamentaria. No obstante existe la suficiente información para acometer con éxito dichas investigaciones. Si hay voluntad para desvelar la verdad todo es posible. Hasta siempre amigos: Fernando y Juan, Rosa, Luisa y Fernando".
Página Nº1
"Queridos amigos Fernando y Juan Ignacio. Soy xxxxxxxx y éste mi xxxxxxxxx mensaje. Terminadas mis vacaciones reglamentarias entre xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, me uno de nuevo a ustedes para comunicarles un decisivo encuentro con un viejo conocido mío, coronel de la Guardia Civil en la reserva, xxxxxxxxxxxx enlace ocasional en algunas operaciones antiterroristas conjuntas entre xxxxxxxxxxxx trabajó en xxxxxxxxxxx e inusualmente inteligente para lo que abunda en la G.C. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx más extrovertido que yo, quizá poco dotado para teorizar, pero dispuesto a llamar las cosas por su nombre- personaje que llamaré Bernardo, en recuerdo a esos canes especialmente dotados para el salvamento xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. De Bernardo no diré mucho más pues por ahora he de intentar mantenerlo en el anonimato. Es como una piedra preciosa, de vital importancia para el esclarecimiento prácticamente total del caso Alcàsser. Y digo prácticamente porque salvo algunos flecos que ni Bernardo ni yo hemos podido dilucidar con todo lo que sabemos del caso xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, lo principal del caso, el núcleo de mis desvelos, es decir la operación de encubrimiento y "despiste" -operación que según Bernardo se bautizó en la G.C. con el nombre xxxxxxxxxx- con lo que sigue creo que completan un puzzle coherente con la información de otras fuentes independientes y a la vez corroboran una información no contrastada que desde hace tiempo tenía pero que ahora y viniendo de donde viene -la Guardia Civil- xxxxxxxxxxxxxxxx de que en caso Alcàsser hubo y sigue habiendo dinero, mucho dinero de por medio para financiar el silencio o la mentira de algunos testigos clave -los Anglés-, del acusado formal -Miguel Ricart- y del sospechoso desaparecido -Antonio Anglés-.
Pero antes les pondré en situación porque el presente no será un mensaje como los anteriores. A finales de Julio, dispuesto a pasar mis vacaciones xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, recibí una felicitación por mi ascenso y traslado a tareas de mayor responsabilidad. El remitente era Bernardo xxxxxxxxxx del que hacía casi una eternidad que no sabía de su vida. Hablamos y quedamos en pasar xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx en la reserva y con cierta despreocupación por la obligada discreción que debe cumplir todo oficial de su rango y experiencia -quizá porque ve de cerca la soledad y la muerte- se le notan las ganas de hablar. Y entre el alcohol y el humo del tabaco nos confesamos cosas. Hablamos a tumba abierta de casi todo, sin dejar títere con cabeza; el 23-F xxxxxxxx, ETA, el GAL, Galindo, el caso Argentia Trust, Conde, de la Rosa, Perote, Manglano, Calderón, los Serra, González, Pedro J,.xxxxxxx... y, por supuesto, del caso Alcàsser...piezas ellas aparentemente hetereogéneas y sin conexión pero que vistas en conjunto muestran con meridiana claridad un tapiz de fondo, un común denominador: la mentira de Estado".
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