Se aceptan cohechos impropios, especias y metálico

martes, 23 de junio de 2009

No hay delito

La querella que Sánchez Manzano presentó el 28 de febrero pasado por un vídeo de QSLV ha sido archivada.
La querella es insostenible porque precisamente en ese vídeo no imputan a nadie de nada. Interpretan u opinan, siempre con insinuaciones, pero si no hay acusaciones tampoco hay delito. Parecido a lo de "yo acuso supuestamente".
"No está acreditada la perpetración del delito de calumnias o injurias que se imputa al querellado, ya que no se ha imputado al Sr. Sánchez Manzano ningún delito que sea perseguible de oficio".

Lo que no impide que el tribunal deje abierta una puerta, en mi opinión, también inconsistente.
"quedan abiertas al querellante las acciones que le puedan corresponder en virtud de la Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo de protección civil, derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen"

Este caso concreto es distinto de aquello con Losantos el 3 de marzo de 2008 por la demanda del SUP, cuando dijo que "solo comentaba noticias de El Mundo en tono coloquial", porque, efectivamente, en el vídeo no se acusa a nadie. Lo de "algo raro hay", "tengo dudas" o falsear la realidad sobre los protocolos de actuación Tedax, no son delitos, y esa ha sido su defensa en el juicio.
"Prestada declaración por el querellado, éste niega haber pretendido con la difusión del mencionado video difamar la imagen o imputarle la comisión de un ilicito penal".


Distintas son las querellas interpuestas por Sánchez Manzano contra Federico Jiménez Losantos, o contra Diario El Mundo (Grupo Unidad Editorial), Pedro José Ramírez, Casimiro García-Abadillo, Federico Jiménez Losantos y Fernando Múgica; otra querella del comisario Rodolfo Ruiz y el sindicato SPP contra Losantos (en que también ha reculado el locutor), la de el sindicato SUP contra Losantos imputado ante la juez de Instrucción Número 36 por las presuntas calumnias vertidas contra las fuerzas de seguridad del Estado, u otra más contra Luis del Pino. A todos ellos los acusan, pero no "supuestamente", en los tribunales.

Vuelve el calvo de Atocha, ahora con dos tíos con mochilas bomba (dos más), una chica con detonadores y un grupo de etarras vigilando las escaleras. Además, en una muestra evidente del manual del buen terrorista, el calvo "se ha despistao y se ha acercado más al tren" a ver si funciona o no el plan de Spectra.
El hinbestigaor de alopecias, sinceramente, parece un fake con muy poca gracia.

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