El Che muerto |
Ya están tardando. Antes de que nos demos cuenta, algún famoso y voluntarioso dhimmi americano o europeo nos deleitará con un biopic sobre Osama Ben Laden. Destacarán su bonhomía, su carácter afable, lo mucho que apreciaba a los niños, su compromiso con los más desfavorecidos, su lucha contra la injusticia y la opresión del imperialismo occidental.
Primera foto del Che mártir |
Oliver Stone la bordaría. Sus películas Comandante (2003), Looking For Fidel (2004) o Al Sur de la Frontera (2009) demuestran que los tiranos son buena gente, y en JFK: Caso Abierto (1991) consiguió que un magnicidio perpetrado por la izquierda americana contra el presidente que metió a USA en la guerra de Vietnam, pareciera todo lo contrario. Al fin y al cabo, para Stone "Hitler es el chivo expiatorio de la Historia", igual que Stalin y Mao, buenas personas perjudicadas por la "dominación judía de los medios" que propaga "mitos sobre el Holocausto", como los terroristas de las FARC, que son "heroicos".
Pablo Escobar abatido |
Si no puede ser, que la haga Steven Soderbergh, otro que se luce elogiando a psicópatas asesinos. Transformó a una bestia estalinista en la Madre Teresa con barba, en dos entregas: Che, el argentino (2008) y Che, Guerrilla (2008). Le falta una sobre Pablo Escobar, pero ya llegará.
O algún clásico en películas de gansters. Cuando pensamos en Lucky Luciano, Corleone o el Casino de las Vegas, nos vienen a la cabeza decenas de películas a cual más hagiográfica. Todos eran buena gente, algo revoltosos pero estupendas personas.
Al menos esperamos que algún europeo concienciado nos ilustre sobre la calidad humana de Ben Ladem. Pueden hacerlo a lo Michael Moore, que entre los católicos es el number one de la manipulación conspiranoica, o como sus imitadores españoles, aquellos 32 directores de ¡Hay Motivo! (2004), a lo Julio Medem en La Pelota Vasca (2003).
Que la hagan, ya están tardando, pero de momento: gracias USA, gracias, Bush, gracias Obama. Muchas gracias SEAL. From Spain, thank you very much, SEALs! El bicho está muerto, ahora ya pueden hacerle biografías.
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