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miércoles, 5 de noviembre de 2008

Piden 16 años de cárcel para los conspiranoicos de Alcàsser

"Cuando veas las barbas de tu vecino cortar... pon las tuyas a remojar"

La Fiscalía pide una pena de 16 años de prisión para Fernando García, padre de Miriam, una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992 y para el criminalista Juan Ignacio Blanco, por ocho delitos continuados de calumnias y nueve delitos continuados de injurias graves. Para Amalia Garrigós y Ferrán Pérez, presentadora y director respectivamente del programa "El juicio de Alcàsser" el fiscal solicita 4 años de prisión, 113.400 euros de multa e inhabilitación profesional de 4 años al considerarlos cooperadores necesarios. Además, que los acusados indemnicen conjuntamente al ex fiscal jefe Enrique Beltrán con 601.012 euros y a cada médico forense con 120.202, con la responsabilidad civil directa de la televisión pública valenciana, Canal 9.

Fernando García y Juan Ignacio Blanco ya tienen procesos en curso por otras razones, en relación al dinero recaudado para no se sabe qué fines.

La conspiranoia montada en torno al caso Alcàsser fue pionera en España. Hubo más, como la colza, y algunas con serias bases, como los GAL, los papeles del CESID o el mismo 23F, pero Alcàsser es la única que ya cumplía todos los presupuestos del conspiracionismo cásico, que generó más dinero y telebasura que ninguna... Junto al 11M, claro.

Para entenderla conviene acudir a sus fuentes:
"En Enero de 1993 el Estado español fabricó una mentira: convirtió a dos vulgares delincuentes en criminales de un triple secuestro, violación, torturas y asesinato de unas niñas valencianas: Toñi, Desirée y Miriam. El Estado español pagó a dos delincuentes: Miquel Ricart (condenado), Antonio Anglés (fugado) y a sus familias por hacerse pasar por los asesinos de las niñas. El Estado español nos engañó a todos: padres, amigos, ciudadanos y jueces. Pero hemos descubierto el engaño a tiempo: comenzamos a rasgar el velo de aquella manipulación".

Durante los meses de mayo a julio de 1997 Canal 9 emitía un "juicio paralelo" cada tarde, El juicio de Alcàsser, un lamentable programa donde ya estaba sentenciado el proceso y se daba pábulo a las más disparatadas teorías o las más fantasiosas hipótesis. Este ejemplo de periodismo basura tampoco estuvo sólo. Memorables fueron los espectáculos de Nieves Herrero en Antena 3, transmitiendo en directo el levantamiento de cadáveres o el de infausto recuerdo en Tele 5, el Mississippi que conducía Pepe Navarro con la presencia -cada noche- de los señores García y Blanco.

Cuenta Las Provincias:
Según relata la calificación fiscal, el espacio incluía una tertulia entre la presentadora y los invitados en la que se comentaba la sesión del juicio celebrada por la mañana.

En estas mesas redondas "se estuvieron profiriendo expresiones del todo maliciosas con respecto a las actuaciones del fiscal del caso, Enrique Beltrán", que entonces era fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana", como sostiene el ministerio público.

Estos comentarios también se dirigieron contra los peritos médicos y la Guardia Civil como institución, "no salvándose" de las mismas "ni los miembros del tribunal" de la sección segunda de la Audiencia de Valencia.

Cuando se efectuaban estas manifestaciones, la presentadora del programa no hizo nada para evitar que se produjera, "sino, muy al contrario, hacía preguntas y realizaba comentarios a las afirmaciones que los demás acusados vertían para poder seguir haciéndolas, e incluso dejaba paso a otros contertulios para, presuntamente, contrarrestar las opiniones", tal y como relata la calificación provisional del fiscal encargado del caso.

El fiscal cree que la conductora del programa, "que se encontraba conectada mediante un pequeño aparato audífono con el director", sabía "con certeza" cuáles iban a ser las opiniones a las que daba paso, para "mantener de esta manera la audición del programa".

Entre otras acusaciones, Fernando García dijo sobre el fiscal jefe que estaba "implicado" en una investigación que se había hecho mal "adrede" y que colaboraba con el tribunal en una "confabulación para esconder cosas".

El padre de una de las tres niñas asesinadas por Miguel Ricart y Antonio y Anglés dijo igualmente que el fiscal Beltrán debía haber hecho lo necesario para buscar la verdad y había hecho "lo contrario". Y añadió, según el fiscal: "Además de estar mayor es un atrevido".

También dijo que el tribunal había condenado a Ricart "desde el principio" y que el juicio era "un circo" basado en un sumario "hecho de errores". García acusó igualmente a los forenses de haber "hecho cosas delictivas" y de ser unos "ineptos".Por su parte, Juan Ignacio Blanco dijo, entre otras cosas, que la actuación de la Guardia Civil había sido "aberrante", que el fiscal decía "estupideces" y tropezaba "dos veces en la misma piedra" como un "animal".

La acusación sostiene que el padre de Miriam y el abogado son autores de ocho delitos continuados de calumnias y nueve de injurias graves. Además de los 16 años de prisión, el fiscal pide para ellos 113.400 euros de multa.

Reclama igualmente que los acusados indemnicen conjuntamente al ex fiscal jefe con 601.012 euros y a cada médico forense con 120.202, con la responsabilidad civil directa de Canal 9.

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