Se aceptan cohechos impropios, especias y metálico

viernes, 23 de octubre de 2009

Zaplana, chico de los recados de Pedro J en el 11-M

Poco más que añadir a lo que cuenta hoy Levante EMV. Si acaso el ridículo planetario a que abocaron al PP, llegando al extremo de preguntar en la comisión y el Parlamento sobre todas las decisiones que ellos mismos habían tomado. Para un festival del humor, o de la cara dura, lo de Acebes y Alicia de Castro interpelando al nuevo gobierno sobre decisiones que solo al anterior ejecutivo atañían. O Zaplana preguntando al Parlamento sobre la mochila de Vallecas "en la cocina de Sánchez Manzano". Cumplida su función con el jefe Ramírez, todos ellos abandonaron la política para dedicarse a otras actividades aún más lucrativas, y el presidente de aquel despropósito ahora solo tiene un "interés histórico" sobre la matanza islamista.
La relación de «sumisión» de Zaplana con Pedro J. Ramírez
La teoría de la conspiración
La cercanía de pensamiento entre ambos es nota destacada en el pasaje que revisa la línea del periódico dirigido por Pedro J. tras el 11-M. O sea, la teoría de la conspiración. Según el autor, las 200 preguntas presentadas por el PP en el Congreso en 2006 estaban algo más que inspiradas en la línea editorial del periódico. "Coincidían incluso en su redacción", dice. Así que Díaz Herrera escribe que cuando Zaplana presentó otras 200 preguntas más porque "no sabemos prácticamente nada [del 11-M]", le faltó agregar que el Parlamento tenía que contestar rápido o "el director de "El Mundo" se enfada".
El autor asegura asimismo que Zaplana y Pedro J., junto con Ángel Acebes y Pedro Arriola, fueron los que aconsejaron a Aznar mantener la duda sobre la autoría del atentado hasta el 14 de marzo, día de las elecciones de 2004.
Y así cuando tras la derrota del PP en 2008 el ex ministro dejaba la política -estaba, dice, "peleado a muerte con Rajoy desde el inicio de la legislatura"- Ramírez lo despide calificándolo como uno de los mejores del partido.
Las relaciones entre ambos venían de lejos, de cuando el valenciano mandaba en el Palau. Atribuye Díaz Herrera a Zaplana ser el primer presidente autonómico del PP que descubrió "la sensibilidad innata, el talento oculto y la fuerza expresiva" de Agatha Ruiz de la Prada, algo siempre muy valorado por Pedro J. Resultado del hallazgo, relata: un encargo del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) para un vestido de novia confeccionado con azulejos -la vinculación de la diseñadora con el museo no ha cesado- y la contratación para diseñar un parque infantil en Terra Mítica.
La tesis del autor del libro es que el objetivo principal en la trayectoria del director es influir en los gobernantes. "Tú has hecho el programa del partido, has sido ministro y eres sin duda la persona más valiosa para disputar el puesto a Rajoy". Esto es, según Díaz Herrera, lo que dijo Ramírez a Juan Costa para que se lanzara a pelear por la presidencia nacional del PP, algo que finalmente quedó sólo en una intentona.

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