Estos cuatro señores han decidido declarar la guerra a Libia, cada cual por sus propios intereses espurios, mintiendo sin recato. Esta vez puede ser mucho peor y el ardor guerrero por petróleo nos puede costar muy caro. Mientras ellos juegan a la guerra con las vidas de otros, ayer en Yemen el gobierno asesinó al menos a 52 personas y dejó 400 heridas por manifestarse, estos sí, de forma pacífica. Masacre de civiles pura y dura, nada de golpe de Estado ni guerra civil, pero mientras Ali Abdalá Saleh garantice el suministro de petróleo su culo estará a salvo, protegido por los mismos que inician una guerra en Libia a favor de nadie sabe quién. Los mismos que declaran la guerra a Libia, envían tropas para reprimir a los manifestantes pacíficos de Bahrein, callan en Siria, miran hacia otro lado en Sudán, en Somalia, Costa de Marfil, Congo, Etiopía o Palestina porque, o no tienen petróleo, o garantizan el suministro. La especia debe fluir.
Lo único que nos queda claro es que el presidente de gobierno más belicista que hemos tenido en todo el periodo democrático, ya tiene su foto de las Azores.
KRISTOPHER ZAIR PARRA OSORIO GRADO 6·
Hace 1 semana
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